Las autoridades de transporte de Japón han comenzado a investigar la colisión entre un avión de pasajeros Airbus A350 de Japan Airlines (JAL) y una turbohélice De Havilland Dash-8 de la Guardia Costera en el aeropuerto de Tokio. Mientras las 379 personas a bordo del avión de JAL sobrevivieron milagrosamente, cinco de los seis tripulantes de la Guardia Costera murieron. La Junta de Seguridad en el Transporte de Japón lidera la investigación, con colaboración internacional de Francia y el Reino Unido.
En el aeropuerto de Haneda en Tokio, un avión de Japan Airlines (JAL) colisionó con una turbohélice de la Guardia Costera, resultando en una explosión que dejó cinco de seis tripulantes de la Guardia Costera muertos. Las 379 personas a bordo del avión de JAL lograron evacuar milagrosamente. La Junta de Seguridad en el Transporte de Japón lidera la investigación, con la participación de organismos de Francia y el Reino Unido, examinando las grabadoras de vuelo y de voz del avión de la Guardia Costera.
La policía de Tokio también está investigando posibles negligencias profesionales que podrían haber causado el accidente, según informes de medios. Aunque las autoridades japonesas afirman que la causa del accidente no está clara, se especula sobre posibles errores humanos. La aerolínea Japan Airlines declaró que el avión reconoció y repitió el permiso de aterrizaje del control de tráfico aéreo antes de aproximarse y tocar tierra.
En una conferencia de prensa, se consultó a funcionarios y ejecutivos de la aerolínea sobre la información recibida por la tripulación del control de tráfico y por qué ambos aviones acabaron en la misma pista. La torre de control supuestamente pidió al avión de la Guardia Costera que esperara fuera de la pista, pero un funcionario de los guardacostas indicó que el piloto afirmó tener permiso para despegar.
La evacuación de todos los pasajeros y tripulantes se llevó a cabo en 20 minutos, pero el avión de JAL ardió durante más de seis horas. Los expertos señalan que este tipo de colisiones en pista se han vuelto menos frecuentes gracias a la moderna tecnología y procedimientos de seguimiento en tierra. La investigación busca esclarecer las circunstancias y determinar las posibles responsabilidades en este trágico incidente.
Japón inicia investigaciones tras la colisión entre un avión de Japan Airlines y una turbohélice de la Guardia Costera en el aeropuerto de Haneda en Tokio. Las autoridades examinan restos carbonizados mientras la Junta de Seguridad en el Transporte lidera la investigación con colaboración internacional. Aunque las 379 personas a bordo del avión de JAL sobrevivieron, cinco de seis tripulantes de la Guardia Costera murieron. La policía de Tokio investiga posibles negligencias, y la aerolínea declara que el avión siguió los procedimientos antes del aterrizaje. El incidente destaca la necesidad de esclarecer las circunstancias y responsabilidades en este trágico suceso.