Unas 3.000 grandes empresas concentran alrededor de USD 40.000 millones de la deuda comercial argentina, mientras que el Gobierno y el Banco Central han liberado USD 1.200 millones para que unas 10.000 mipymes puedan pagar importaciones atrasadas. Esto surge como un intento de aliviar la presión sobre las pequeñas y medianas empresas que enfrentan dificultades debido a las deudas acumuladas durante la gestión anterior. Sin embargo, la mayor parte de la deuda continúa en manos de un grupo reducido de grandes empresas.
El anuncio de esta medida ha generado optimismo entre las mipymes, que se enfrentaban a una crisis de producción debido a la falta de insumos y materia prima. El acceso a estos fondos permitirá a las empresas seguir operando y acceder a los recursos necesarios para mantener su actividad comercial. Por otro lado, el Gobierno busca separar la deuda “buena” de la “mala”, centrándose en las empresas más afectadas por la crisis económica.
El Gobierno ha implementado un plan para permitir que unas 10.000 empresas clasificadas como micro, pequeñas y medianas puedan cancelar la totalidad de sus deudas comerciales con el exterior en los próximos tres meses. Este plan busca aliviar la presión sobre las empresas más afectadas por la crisis económica y facilitar su recuperación. Además, se ofrecerá acceso prioritario a bonos de tramo corto para aquellas mipymes que superen el límite de USD 500.000 en deudas comerciales. Este enfoque busca proporcionar soluciones tanto a las empresas más pequeñas como a las más grandes, con el objetivo de estabilizar la economía y fomentar el crecimiento empresarial en el país.