La canciller Diana Mondino explicó que la salida abrupta del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, no constituye una crisis gubernamental, sino más bien una medida de reducción de costos. Afirmó que la coordinación y la claridad sobre la situación financiera son esenciales en el gobierno actual. La transferencia de la cartera de Infraestructura al Ministerio de Economía, bajo la dirección de Luis Caputo, se percibe como una reorganización de responsabilidades, sin implicar un aumento de poder.
Mondino rechazó las interpretaciones que relacionan la salida de Ferraro con tensiones entre el gobierno central y las provincias, argumentando que el enfoque principal sigue siendo abordar el déficit fiscal nacional. A pesar de la controversia generada por los dichos del presidente Milei sobre las finanzas provinciales, Mondino insistió en que la colaboración y el trabajo conjunto continúan siendo prioridades para el gobierno.