La canciller Diana Mondino minimizó la repentina salida del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, argumentando que no hubo una crisis, sino una reducción de costos en el gobierno. Esto se produce en medio de tensiones con las provincias, desencadenadas por declaraciones del presidente Javier Milei sobre el déficit fiscal nacional. Mondino afirmó que la cartera de Infraestructura pasará al Ministerio de Economía, bajo la dirección de Luis Caputo, pero aseguró que esto no implica más poder, sino más responsabilidad para este último. Mientras tanto, las versiones cruzadas y las tensiones políticas continúan en el escenario nacional.
El trasfondo de esta situación se vincula con presiones y disputas internas, incluyendo el impacto de declaraciones controversiales por parte del presidente Milei y la existencia de un dictamen paralelo en la elaboración de la Ley Ómnibus. Estos eventos generaron malestar entre los gobernadores y diputados, retrasando el tratamiento de la ley y poniendo en riesgo el apoyo necesario para su aprobación. La crisis se profundiza con la revelación de una frase de Milei, que exacerbó las tensiones ya existentes en el gobierno y en la relación con las provincias.
En medio de este contexto, Mondino busca calmar las aguas al justificar la salida de Ferraro como una medida de reducción de costos, insistiendo en que no hay una crisis gubernamental. Sin embargo, las tensiones persisten y la incertidumbre política continúa en aumento, mientras el gobierno intenta contener las repercusiones de sus acciones y declaraciones en un escenario político cada vez más volátil y desafiante. La atención se centra ahora en cómo se resolverán estas disputas internas y cómo afectarán la estabilidad y la gobernabilidad del país en el futuro próximo.