El juicio contra Bayer llega a su fin con un veredicto unánime: la subsidiaria Monsanto es hallada culpable de negligencia al no advertir sobre los riesgos del glifosato. La sentencia ordena a la empresa pagar una indemnización de $2.250 millones a un estadounidense afectado por cáncer atribuido al herbicida. El fallo ha generado controversia, con Bayer anunciando su apelación, argumentando que entra en conflicto con la evidencia científica y regulatoria mundial sobre el Roundup.