La ofensiva de Llaryora y Pullaro contra el Gobierno nacional se intensifica, con un enfoque en la coparticipación del 21% del impuesto PAÍS a las provincias, respaldado por Kicillof. Este movimiento busca equilibrar el reparto de recursos entre la Nación y las jurisdicciones locales. Además, se destaca la alianza estratégica entre ambos líderes políticos, fortaleciendo su posición en el Congreso.
La postura opositora se refuerza con la participación activa de figuras como Pichetto, Monzó y Massot, consolidando un bloque cordobés influyente. En contraste, la representación de La Libertad Avanza enfrenta dificultades para articular una respuesta coherente.
El debate se intensifica en torno a la ley ómnibus y la distribución de fondos previsionales, evidenciando la complejidad de los intereses en juego. Llaryora y Pullaro mantienen una estrategia de confrontación calculada, mientras se perfilan como referentes nacionales de la oposición.
Los próximos pasos de esta disputa política serán cruciales en un contexto marcado por desafíos económicos y sociales. Se espera un enfrentamiento intenso en el Congreso, donde las alianzas y rivalidades delinean el panorama político de cara al futuro.