Diego Sánchez Granel, gerente general de Man Agro, expone la cruda realidad del negocio agrícola para el año en curso. Con precios de granos en descenso, costos en alza y un tipo de cambio sobrevaluado, el panorama se presenta desafiante. La caída de los precios internacionales y la falta de condiciones óptimas en el tipo de cambio complican la fijación de precios. Esto ha llevado a muchas empresas agrícolas argentinas a enfrentar márgenes nulos o escasos, lo que pone en duda su viabilidad para capitalizarse este año.
En este contexto, el financiamiento juega un papel crucial, siendo determinante para la inversión en el sector. Sin embargo, los altos costos financieros están desalentando muchas inversiones. Man Agro proyecta precios similares para la próxima campaña, lo que reduciría significativamente el margen bruto respecto del ciclo anterior. Esta situación plantea un desarbitraje considerable para el negocio agrícola, afectando la rentabilidad del capital invertido.
El mercado de alquileres, basado en expectativas y resultados previos, no ofrece perspectivas alcistas, lo que podría llevar a ajustes en los valores de arrendamiento. Además, factores como la proyección de una nueva fase La Niña y la incertidumbre en la evolución del tipo de cambio agregan más interrogantes al negocio.
Sánchez Granel también expresa preocupación por la sostenibilidad de los sistemas agrícolas, señalando la inviabilidad del negocio del maíz tardío con los costos actuales. La necesidad de favorecer al maíz para mantener la sostenibilidad del sector agrícola se vuelve evidente, ya que las malas prácticas agronómicas ponen en riesgo todo el negocio.