Navalny, de 47 años, era conocido por ser uno de los críticos más visibles y persistentes de Putin. Estaba detenido en una cárcel ubicada en una región cercana al Círculo Ártico, donde cumplía una condena de 19 años por “extremismo” bajo un “régimen especial”. La región es conocida por sus inviernos durosy la colonia penitenciaria en la que estaba recluido es de difícil acceso y aislamiento extremo.
El opositor fue detenido en enero de 2021 al regresar a Rusia después de recuperarse en Alemania de un envenenamiento que él atribuyó al Kremlin. Durante su tiempo en prisión, Navalny tuvo varios problemas de salud relacionados con una huelga de hambre y el envenenamiento del que fue objeto en 2020.
Tras su muerte, líderes mundiales expresaron sus condolencias y responsabilizaron al gobierno ruso por el repentino deceso. Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, afirmó que Navalny fue “claramente” asesinado por Putin, mientras que líderes europeos y estadounidenses exigieron respuestas y justicia por su muerte.