Las precipitaciones recientes han permitido retomar la campaña de siembra de pasturas, que se había visto postergada durante varios años debido a la sequía. Además, han favorecido el repunte estacional de los campos naturales, preparándolos adecuadamente para el invierno. Esta situación ha generado un impulso positivo en actividades como la siembra de pasturas y el ensilado de maíz en los tambos, siendo este último un componente crucial en la alimentación del ganado lechero.
En el ámbito de los remates, se observa un notable interés por parte de los compradores en las vacas gordas, con valores que oscilan entre 1100 y 1200 pesos por kilo. Esta tendencia se atribuye en parte al consumo interno en barrios de menor poder adquisitivo, donde la carne vacuna sigue siendo un producto emblemático, y a la demanda de exportación, que opera con menos restricciones.
Sin embargo, aún persiste un desfase en los precios entre la hacienda de cría y el gordo y ternero. Los operadores esperan una recuperación de los valores en el futuro cercano, especialmente ante la necesidad de muchos productores de reponer las hembras debido a la falta de campo causada por la sequía de los últimos años. En resumen, las lluvias han brindado un alivio esperado para el sector ganadero, pero aún se esperan ajustes en los precios y una recuperación más sólida en el mercado.