Durante el juicio, Trump se quejó de un supuesto sistema judicial manipulado. Sin embargo, la demanda lo acusaba de inflar su patrimonio neto hasta en 3600 millones de dólares al año para obtener préstamos más favorables. La sentencia representa un triunfo para la fiscal general de Nueva York, Letitia James, quien denunció estas prácticas engañosas mientras Trump amasaba su fortuna.
La defensa de Trump anunció que apelará la sentencia, calificándola de “injusticia manifiesta”. Argumentaron que dañaría el ambiente de negocios en Nueva York. Este fallo podría afectar el negocio inmobiliario de Trump, justo cuando disputa la candidatura republicana para enfrentar al presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre.
La multa millonaria impuesta por el fraude representa un golpe significativo para el exmandatario, cuya reputación y fortuna están en juego. La decisión judicial podría tener repercusiones tanto en su carrera política como en sus negocios empresariales. Es un episodio que marca un hito en la historia legal de Trump y sus empresas, dejando una huella indeleble en su legado.