La creciente inflación ha generado una mayor venta de dólares, disminuyendo así el atractivo de esta divisa para los inversores. La falta de liquidez en el mercado ha llevado a una situación donde el dólar se ve limitado en su ascenso, mientras que la venta de bonos en pesos ajustados por inflación se ha vuelto más atractiva. Este cambio en el panorama de inversión se ve reflejado en la demanda de bonos como el TX26 y el TX28, que ofrecen alternativas más rentables en este entorno.
La incertidumbre respecto a la evolución del dólar futuro sugiere que una devaluación no está próxima, lo que refuerza la preferencia por inversiones en bonos en pesos. Además, se espera que Argentina busque un nuevo acuerdo con el FMI en el segundo semestre del año 2024, lo que podría implicar ajustes en la economía y en el sector financiero.
En conclusión, la tendencia actual indica que el dólar está perdiendo su atractivo como inversión, mientras que los bonos en pesos ajustados por inflación se perfilan como una opción más sólida en este contexto. Los inversores deben considerar estas alternativas para maximizar sus rendimientos y gestionar eficazmente sus carteras en un mercado en constante evolución.