El ataque generó preocupación por la persistencia de la violencia en los eventos deportivos. Las autoridades médicas del equipo de Brandán expresaron su preocupación por la gravedad de las lesiones sufridas por el jugador. El informe médico detalló las lesiones faciales y oculares que Brandán sufrió a causa del botellazo.
Néstor Gorosito, técnico del equipo, comentó sobre el incidente, condenando la violencia pero también mencionando que el jugador aparentemente intentó esquivar la botella. La suspensión del partido entre Tigre y Chacarita fue una consecuencia directa del ataque a Brandán, destacando la gravedad del incidente.
El caso de Brandán resalta la importancia de abordar la violencia en los eventos deportivos. La seguridad de los jugadores y el público debe ser una prioridad en todas las competiciones deportivas. Este incidente también destaca la necesidad de medidas preventivas para evitar futuros ataques similares.
La comunidad deportiva y las autoridades deben trabajar juntas para erradicar la violencia en el deporte. La agresión a Brandán es un recordatorio de los riesgos que enfrentan los deportistas y la urgencia de tomar medidas para proteger su integridad física y emocional.
El alta hospitalaria de Brandán marca el comienzo de su recuperación física, pero el impacto emocional del incidente podría perdurar. Es fundamental brindarle apoyo y solidaridad en este difícil momento, mientras se busca justicia y se implementan medidas para prevenir incidentes similares en el futuro.