La entrevista reveló que el incidente ocurrió en 2008, casi 15 años atrás, y que Iglesias comenzó a comprender la gravedad del acoso después de escuchar el testimonio de Thelma Fardín. A pesar de las dificultades para hablar sobre el tema en ese momento, Iglesias ahora se muestra firme en su posición y no se siente culpable por haber tolerado el comportamiento de Pettinato.
Además, mencionó a otros colegas que contribuyeron a un ambiente laboral hostil, incluido Chavo Fucks, y expresó su frustración por la falta de apoyo y comprensión en aquel entonces. La entrevista también abordó el enfrentamiento entre Iglesias y Amalia Granata, destacando la importancia de denunciar estos casos y buscar justicia.
En resumen, la entrevista proporciona una mirada íntima a la experiencia de Fernanda Iglesias y destaca la necesidad de abordar el acoso en el lugar de trabajo de manera seria y efectiva. La valentía de Iglesias al hablar sobre su experiencia es un recordatorio de la importancia de escuchar y apoyar a las víctimas de acoso.