Varios senadores de la oposición expresaron la necesidad de condenar la visita de David Cameron al archipiélago y la aparente falta de respuesta del gobierno. Duré acusó a Villarruel, al presidente Milei y a la canciller argentina Diana Mondino de haber “denostado” la causa Malvinas y de desregularla para beneficiar a los ingleses. Sin embargo, Villarruel defendió la postura del gobierno y rechazó las críticas de Duré, acusándola de hacer “politiquería barata” con un tema tan delicado.
La vicepresidenta, hija de un veterano de guerra, hizo hincapié en que Malvinas no debe ser utilizada como un tema de campaña política. Por otro lado, Duré se identificó como parte de la generación de Malvinas, asegurando que no claudicarán en el reclamo por la soberanía. Este cruce refleja las tensiones políticas y emocionales que rodean la cuestión de las Islas Malvinas en la Argentina, con diferentes visiones sobre cómo abordar esta problemática histórica.