La granja alberga 80 cabras lecheras de diversas razas, ordeñadas diariamente durante la temporada de pariciones y lactancia. El origen de este proyecto se remonta al encuentro de Elise y Fernando en Ushuaia en 2013, donde surgió la idea de fusionar la tradición quesera francesa con el sabor del terruño argentino. Tras experiencias en Francia, se establecieron en Goldney, remodelando su espacio para ofrecer degustaciones de quesos y vinos.
Además de los quesos, Goldney ofrece otras delicias como dulces de durazno y salame quintero, reflejando la rica herencia culinaria de la región. Alicia Bustos, emprendedora local, destaca con su cooperativa Alma Mercedina, produciendo mermeladas y dulces galardonados. Las estancias cercanas, como El Recuerdo, prometen experiencias campestres y gastronómicas únicas.
En Goldney, la gastronomía y el turismo se entrelazan con la historia y la tradición, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica y sabrosa en el corazón de la pampa bonaerense. La combinación de productos locales de calidad y paisajes pintorescos hacen de Goldney un destino imperdible para los amantes de la buena mesa y la naturaleza.