El dopaje positivo de Pogba se produjo luego de un partido entre Juventus y Udinese en agosto del 2023. El jugador, campeón del mundo en Rusia 2018, se vio envuelto en la controversia al consumir una sustancia prohibida conocida como Dhea, también llamada “la hormona de la juventud”. Esta decisión podría tener un impacto significativo en su carrera futbolística, ya que solo había disputado ocho partidos con la camiseta de la Juventus.
Durante la temporada 2022-2023, Pogba enfrentó numerosas lesiones y problemas personales que lo llevaron a ser suspendido provisionalmente. A pesar de afirmar que los metabolitos de testosterona encontrados en su organismo eran resultado de un suplemento dietético recetado por un médico estadounidense, las regulaciones deportivas prohíben el uso de testosterona en exceso debido a sus efectos en el desarrollo muscular y la competencia justa.
Los orígenes de Paul Pogba se remontan a su infancia en Lagny-sur-Marne, donde comenzó a jugar al fútbol a los seis años. Su talento lo llevó a llamar la atención de clubes importantes como el Arsenal y la Juventus, donde tuvo un destacado desempeño antes de unirse al Manchester United en la Premier League.
El caso de Pogba refleja la importancia del cumplimiento de las regulaciones antidopaje en el deporte profesional. La sanción impuesta por el Tribunal antidopaje italiano es un recordatorio de las consecuencias graves que pueden enfrentar los atletas que violan estas normativas, independientemente de su reputación o éxito anterior en el campo de juego.