Desde el inicio de la gestión gubernamental, se ha observado una postura más dura en cuanto a la seguridad penitenciaria. El ministro mencionó que se han endurecido las medidas, tanto en investigaciones para esclarecer hechos como en los controles administrativos en el Servicio Penitenciario. La idea es enviar un mensaje claro de que el Estado tiene el control y no los delincuentes.
Cococcioni también señaló que muchas acciones delictivas en la calle eran ordenadas desde las cárceles. Por lo tanto, aflojar los controles podría aumentar la violencia en las calles. En este sentido, afirmó que es necesario jugar “a todo o nada” para asegurar que el Estado pueda prevalecer sobre los delincuentes.
Sobre el método utilizado en la requisa de la cárcel de Piñero, el ministro explicó que los niveles de severidad y rigurosidad irán aumentando según sea necesario. Aclaró que estas medidas de sujeción física son indispensables para que los grupos de requisa puedan trabajar con la profundidad y rigurosidad requeridas.
En cuanto a la política criminal, Cococcioni destacó que las decisiones no son de una o dos personas, sino del conjunto institucional de la provincia de Santa Fe. Remarcó que la ley de Ejecución Penal, que establece el régimen de alto perfil, fue sancionada con un amplio respaldo parlamentario.
La provincia de Santa Fe enfrenta un desafío importante en materia de seguridad, y el gobierno ha dejado claro su compromiso con aumentar los niveles de control en las cárceles y las calles para garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.