A pesar de la situación, desde la secretaría de Transporte se señaló que algunas líneas dependen de fondos nacionales y otras de jurisdicciones provinciales, lo que influye en la disponibilidad de pago. Respecto a las líneas nacionales, se aseguró que los fondos están próximos a ser transferidos según lo establecido. Además, se advirtió que si las empresas incumplen con sus obligaciones y llevan a cabo el paro, se les aplicará la sanción correspondiente.
Esta protesta es la segunda medida de fuerza realizada por los trabajadores de la UTA en lo que va del mes de marzo. Anteriormente, el martes 4 se llevó a cabo un paro de colectivos en otras regiones del país, donde se reclamaba un salario equiparable al de los choferes de la capital. Sin embargo, las empresas del interior argumentaron dificultades financieras para cumplir con estas demandas salariales.
El conflicto laboral en el sector del transporte público refleja tensiones persistentes en relación con las condiciones salariales y laborales de los trabajadores. La falta de acuerdo entre los sindicatos y las empresas con respecto a los salarios continúa generando interrupciones en el servicio, afectando a los usuarios y evidenciando la necesidad de soluciones estructurales en el sistema de transporte público.