La respuesta de la UIA, representada por Daniel Funes de Rioja, defendió su papel histórico en la defensa de los intereses industriales, rechazando cualquier insinuación de complacencia con el gobierno. Sin embargo, la confrontación desencadenó una serie de reacciones en la reunión, incluyendo un comunicado crítico de la UIA sobre la apertura de importaciones y la crisis industrial.
Estarebelión dentro del ámbito industrial refleja el descontento de sectores como FAIMA, la UIPBA y los metalúrgicos de ADIMRA, que demandan acción frente al ajuste económico que está afectando la producción nacional. La brecha entre las bases industriales y la cúpula dirigencial parece ampliarse, generando incertidumbre sobre el futuro del sector.
El enfrentamiento entre Queiroz y Funes de Rioja resuena en un ambiente donde muchos temen represalias de un gobierno que se rumorea está planeando una purga de opositores en la UIA. A pesar de las tensiones, estas rebeliones individuales son infrecuentes en el contexto industrial, pero reflejan un descontento generalizado frente a la situación económica actual.