Consumo de carne en declive: impacto en bolsillos argentinos.

La reciente información sobre el consumo de carne en Argentina revela una preocupante tendencia a la baja. Según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados, el consumo de carne vacuna experimentó una caída interanual del 9,3% en febrero. Esta disminución se refleja en cifras concretas: en el mismo mes del año pasado, el consumo por habitante fue de 49,2 kilos, mientras que este año se redujo a 44,6 kilos por habitante.

A pesar de los esfuerzos por contener los precios frente a la inflación, las carnicerías enfrentan dificultades para mantener su mercadería accesible. Los consumidores se muestran reticentes a aceptar incrementos, lo que ha llevado a un retroceso en los intentos de ajuste de precios por parte de los comerciantes.

El análisis de expertos señala una posible correlación entre el aumento del precio de la carne vacunay el creciente interés en alternativas más económicas, como la carne de cerdo. Esta situación evidencia un cambio en las preferencias de consumo que podría tener implicaciones significativas para el mercado cárnico argentino.

En el ámbito internacional, las exportaciones de carne vacuna han enfrentado algunos obstáculos, como la disminución del volumen exportado en enero. Aunque las ventas al exterior han aumentado en comparación con el año pasado, se observa una caída en relación con el mes anterior.

El panorama futuro plantea desafíos adicionales, con proyecciones de una reducción en la faena y un aumento en las exportaciones. Esto podría impactar aún más en la oferta disponible para el mercado interno, especialmente considerando el bajo poder adquisitivo de los consumidores.

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