El impacto se refleja en diversas áreas, con una caída del 38% en el gasto primario, afectando principalmente a los jubilados y las provincias. A pesar de los esfuerzos por mantener el equilibrio financiero, la contracción de recursos se hace evidente mes tras mes, generando preocupación por la sostenibilidad de estas políticas en medio de la recesión. La ejecución de subsidios aumentó considerablemente, destacando la necesidad de abordar de manera urgente esta situación para evitar un deterioro mayor en las finanzas públicas.
El análisis también revela que el superávit primario y financiero se redujo significativamente en términos reales, lo que indica un desafío adicional para el gobierno en términos de gestión económica. Es fundamental abordar esta situación de manera integral y tomar medidas efectivas para revertir la tendencia negativa en la recaudación y el gasto público. La situación actual plantea desafíos importantes que requieren una acción inmediata y coordinada para garantizar la estabilidad económica a largo plazo.