El proyecto, impulsado por Aguas de Salta, busca instalar una planta embotelladora en Cerrillos, con el objetivo de generar ahorro y atender emergencias en la provincia. Aseguran que el agua del barrio Antártida Argentina es óptima, pero los vecinos cuestionan los beneficios y temen por el impacto ambiental y en la calidad del servicio. La empresa se comprometió a informar sobre permisos y autorizaciones, aunque los residentes demandan transparencia y participación en el proceso.
La resistencia de los vecinos refleja su preocupación por el manejo del recurso hídrico y los efectos de la planta en la comunidad. La falta de consulta previa y la baja información generan desconfianza y reclamos de garantías. La calidad del agua y la estabilidad del suministro son aspectos centrales en el debate, mientras las partes buscan llegar a un acuerdo que satisfaga las necesidades y preocupaciones de ambas partes.
La comunidad exige respuestas concretas y soluciones a corto plazo para los problemas surgidos desde el inicio de la obra. La paralización de los trabajos hasta el esclarecimiento de dudas y la garantía de sustentabilidad del proyecto es una demanda firme. El diálogo entre las partes es fundamental para encontrar una solución que resguarde el bienestar de la población y el cuidado del recurso natural indispensable para la vida en la región.