Por motivos de seguridad, fueron ubicados en una zona reservada para detenidos de menor riesgo. A pesar de las condiciones, el miedo y la ansiedad persistieron entre los acusados. Su futuro depende de la decisión procesal que determinará si permanecerán encarcelados o no.
La audiencia para resolver su situación está programada para el día siguiente, a cargo de la jueza Eliana Gómez Moreira. Este proceso legal determinará su destino inmediato, mientras que las normas indican que deberían ser trasladados al penal de Villa Urquiza, situación que se ve obstaculizada por la falta de espacio.
La atención de sus necesidades básicas como colchones, almohadas y elementos de higiene personal recae en sus seres queridos, quienes también deben proveerles alimentos durante su estancia en la sede de la ex Brigada. Es un momento difícil para los jugadores y sus familias, marcado por la incertidumbre y la espera de una resolución legal.