A pesar de la victoria indiscutible de Putin, hubo protestas aisladas en algunos colegios electorales, incluyendo intentos de dañar los votos. Sin embargo, la comisión electoral enfatizó que fueron casos excepcionales y que la mayoría de los votos pudieron ser contados sin problemas. El Comité de Investigación se encargará de abordar estas acciones.
La comunidad internacional ha reaccionado con críticas hacia la elección de Putin, cuestionando la legitimidad del proceso electoral debido a la falta de observadores independientes. A pesar de estas críticas, la comisión electoral rusa ha reafirmado la validez de los resultados y la democracia del proceso electoral.
La victoria de Putin ha sido interpretada como una confirmación de una tendencia represiva por parte de los gobiernos occidentales, quienes sostienen que no deja espacio para la disidencia. Estas críticas han sido rechazadas por las autoridades rusas, quienes defienden la transparencia y legalidad del proceso electoral.
La reelección de Putin marca un hito en la historia política de Rusia, consolidando su posición como líder indiscutible del país. A pesar de las críticas y controversias, su victoria refleja un amplio respaldo popular y establece un nuevo capítulo en el curso político de la nación.