El ajuste en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) también genera preocupación, ya que podría resultar en despidos y afectar los controles sanitarios necesarios para exportar productosagrícolas. Además, se señala que el desfinanciamiento de organismos destinados a la agricultura familiar debilita el desarrollo rural y la soberanía alimentaria del país.
El aumento de los precios de alimentos básicos afecta directamente a las familias trabajadoras, quienes enfrentan dificultades para cubrir el costo de vida. A pesar de los intentos del gobierno de implementar medidas, como la flexibilización de condiciones para importaciones, la situación no muestra mejoras significativas y los precios continúan en alza.
Expertos y organizaciones coinciden en que la importación masiva no beneficia a la población, sino que fortalece a las grandes empresas alimentarias y debilita a los productores locales. La falta de intervención estatal en la cadena de producción y comercialización agrava la crisis, afectando tanto a los trabajadores como a la calidad y accesibilidad de los alimentos para la población.
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