En comparación con enero del año anterior, solo cinco sectores mostraron aumentos en el EMAE, destacándose la agricultura y la explotación de minas y canteras. Por otro lado, diez sectores experimentaron descensos significativos, siendo la construcción, la pesca y la intermediación financiera los más afectados.
Analistas económicos atribuyen esta contracción a cuatro años de desequilibrios económicos y políticas desfavorables que desincentivaron la inversión y el desarrollo privado. Consideran que la estabilización macroeconómica, junto con reformas estructurales, son cruciales para una pronta recuperación.
En medio de este panorama, se plantea la necesidad de que el gobierno preste mayor atención a la economía real, especialmente en un contexto de elevada inflación y problemas de competitividad. Reformas como las incluidas en el DNU y el Pacto de Mayo podrían contribuir a una recuperación más sólida y rápida.
La recesión persistente, marcada por la caída del PBI en 2023 y los continuos retrocesos en la actividad económica, plantea desafíos significativos para el país. Los analistas advierten sobre la importancia de implementar medidas efectivas para revertir esta tendencia y sentar las bases de un crecimiento sostenido.