El incidente comenzó durante el Viernes Santo, cuando la policía montó un retén en la intersección de las calles Padre Bachi y Derqui. Al intentar detener un Nissan Versa blanco, los sospechosos aceleraron, desencadenando una persecución que culminó en la plaza frente a la Parroquia del barrio. Allí se desarrollaba el Vía Crucis, siendo interrumpido por el tiroteo.
Los jóvenes participantes del Vía Crucis se vieron obligados a huir en medio del tumulto causado por el enfrentamiento. A pesar de la intervención policial con disparos de escopeta para evitar la fuga de los delincuentes, solo uno fue capturado. El vehículo implicado tenía pedido de secuestro por robo en la Ciudad, mientras que el detenido enfrenta cargos por encubrimiento y resistencia a la autoridad.
Monseñor Eduardo Héctor García, obispo de San Justo, expresó su preocupación por la inseguridad que afecta a los barrios vulnerables y el peligro de la justicia por mano propia. El comunicado del obispo advierte sobre la escalada de violencia en la zona y el fracaso de las autoridades en abordarla efectivamente.