La Municipalidad de Córdoba tomó la decisión de cerrar el establecimiento tras constatar que no contaba con la documentación necesaria para operar legalmente. A pesar de presentar un documento de pre-factibilidad, los inspectores municipales confirmaron la irregularidad del local, lo que llevó a su clausura inmediata.
El área de Fiscalización y Control ordenó la clausura del establecimiento tras verificar la falta de habilitación, provocando la intervención de la Policía Municipal de Tránsito para gestionar el caos vehicular en la zona. Asimismo, la Guardia Urbana Municipal se encargó de organizar el ingreso al local y mantener el orden en la zona afectada.
Esta situación destaca la importancia de cumplir con los trámites y regulaciones necesarios antes de abrir un negocio, evitando así inconvenientes tanto para los comerciantes como para la comunidad. La falta de planificación y cumplimiento de requisitos legales resultó en una situación caótica para los vecinos y autoridades municipales.