Un impresionante desierto blanco en el norte de Argentina ha permanecido en gran medida oculto al turismo, a pesar de su asombrosa belleza. Este vasto paisaje, ubicado en una provincia poco conocida, es una maravilla natural que merece ser descubierta. Sus formaciones rocosas blancas, que se elevan a más de 3 mil metros de altura, son el resultado de la actividad volcánica en la región.
El Campo de Piedra Pómez, como se conoce a este desierto, presenta crestas rosadas y formaciones espectaculares que recuerdan a olas petrificadas. La piedra pómez, blanca en su mayoría, puede adoptar tonos amarillos o rojizos según la iluminación del sol, creando un espectáculo visual único.
Ubicado a unos 550 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca, en Antofagasta de la Sierra, este desierto se encuentra cerca del pequeño pueblo de El Peñón. Catamarca, la provincia que alberga esta maravilla, está repleta de lugares ocultos que pocos conocen, lo que lo convierte en un destino fascinante para los amantes de la naturaleza.
Los visitantes pueden disfrutar del desierto durante todo el año, aunque se recomienda especialmente visitarlo entre septiembre y noviembre, así como entre marzo y abril. Las excursiones, que duran entre 3 y 5 horas, permiten a los turistas explorar el paisaje y tomar fotografías de las impresionantes formaciones rocosas.
La historia detrás de este desierto blanco se remonta a las emisiones volcánicas de la zona, especialmente del volcán Blanco. Estas emisiones produjeron una gran cantidad de piedra pómez que sesolidificó y formó el característico paisaje blanco del Campo de Piedra Pómez.
