El gobernador de Córdoba, Llaryora, resaltó durante su discurso que “Argentina crecerá con las provincias, nunca contra ellas”, lo que implica una postura firme frente a las políticas centralistas que han predominado en el manejo nacional. Esta reunión marca un punto de inflexión donde los gobernadores, a pesar de sus diferencias partidarias, muestran una unidad imprescindible para el avance de agendas comunes que beneficien a sus provincias y, por ende, al país. El esfuerzo conjunto se orienta a mejorar las condiciones laborales y fomentar la inversión en sectores clave como la agricultura y la industria.
En términos económicos, la Región Centro representa una porción significativa de la producción agrícola del país, contribuyendo con más del 50% de los granos y más del 70% de la producción lechera nacional. Además, estas provincias albergan más de 29 universidades, lo que las convierte en un núcleo crítico para el desarrollo educativo y tecnológico de Argentina. Los gobernadores están decididos a utilizar estos recursos como palanca para impulsar el desarrollo económico y social, buscando atraer más inversiones y mejorar la infraestructura regional.
Uno de los aspectos más destacados del encuentro fue el énfasis en la continuidad y expansión de laobra pública, la cual es vista como fundamental para diseñar nuevos corredores productivos que potencien la logística y la conexión entre las provincias. Sin un sistema logístico eficiente, los beneficios del interior profundo no pueden ser aprovechados al máximo, limitando el crecimiento y la competitividad. Las obras viales, de transporte y de infraestructura básica son, por lo tanto, prioritarias en sus agendas gubernamentales.
Para consolidar estos esfuerzos, Frigerio, quien cedió la presidencia pro tempore a Pullaro, propuso un plan de acción que incluye no solo medidas económicas, sino también estrategias para una mejor representación política y administrativa de la región en el contexto nacional. Este plan busca equilibrar las fuerzas y garantizar que la voz del interior tenga el peso necesario en las decisiones nacionales. La cooperación entre estas provincias se presenta como un modelo de gobernanza regional que podría replicarse en otras áreas del país para mejorar la eficiencia y la efectividad administrativa.
En conclusión, este encuentro en Paraná no solo reafirma la relevancia del federalismo en Argentina, sino que también establece un precedente para la cooperación interprovincial como mecanismo para enfrentar desafíos comunes. La Región Centro emerge así no solo como un bloque económico de significativa influencia, sino también como un espacio de innovación política y social, cuya colaboración puede ser decisiva para el futuro del país. Este es un claro mensaje hacia una Argentina más inclusiva y equitativa, donde cada región tiene la oportunidad de contribuir y beneficiarse del desarrollo compartido.