El partido, disputado en el estadio Velodrome, fue un enfrentamiento reñido en el que Marsella logró equilibrar la ventaja inicial de Benfica, obtenida en el partido de ida en Portugal. El único gol del partido fue marcado porFaaris Moumbagna a los 79 minutos, lo que llevó la serie al desempate por penales. Además de Di María, Nicolás Otamendi también fue titular en el encuentro, desempeñando un papel clave en la defensa del equipo portugués.
La serie de penales terminó 4-2 a favor de Marsella, con ejecuciones exitosas de Otamendi, Joaquín Correa y Leonardo Balerdi por parte del equipo francés. Cada jugador mostró precisión y calma, contrastando con la tensión evidente en los jugadores del Benfica. Este resultado no solo significó la continuación de Marsella en el torneo, enfrentándose a Atalanta en las semifinales, sino también un adiós temprano para Benfica, que había mostrado una sólida campaña a lo largo de la temporada.
La derrota fue especialmente significativa para Di María, quien, según reportes de Efe5Noticias.com, lamentó profundamente su error. El jugador argentino, conocido por su habilidad y experiencia en partidos internacionales, enfrentó críticas pero también recibió apoyo por su intento y dedicación. La presión de los penales es inmensa, y el fallo de Di María subraya la naturaleza impredecible y a menudo cruel del fútbol.
En otras partes de la Europa League, la jornada estuvo llena de emociones con la victoria de Roma sobre Milan, donde otro argentino, Paulo Dybala, jugó un papel decisivo al marcar el gol que aseguró su victoria y el pase a las semifinales. Esta victoria de Roma contra un rival formidable subraya la intensidad y la competitividad del torneo, configurando unas semifinales que prometen ser igualmente emocionantes y desafiantes.
Este conjunto de partidos subraya la naturaleza dramática y emocionante de la Europa League, un torneo que continúa capturando la atención de aficionados al fútbol en todo el mundo. La eliminación de Benfica y el avance de Marsella y Roma muestran el amplio rango de emociones y resultados que pueden surgir en competiciones de este nivel, desde la euforia hasta la más profunda decepción, reflejando la pasión y el espíritu que definen al fútbol europeo.