El tío del periodista que denunció haber sido abusado en Rosario, daba clase de educación sexual.

En un dramático relato emitido en directo por el noticiero de Canal 3 en Rosario, el periodista Juan Pedro Aleart acusó a su tío, Helvio Vila, de haber abusado de él durante su infancia. Vila, quien ejercía como profesor en la Universidad Nacional de Rosario, fue inmediatamente suspendido de su cargo tras las acusaciones. Según el testimonio de Aleart, los abusos se produjeron en un contexto de violencia y se extendieron a lo largo de varios años, dejando secuelas profundas en su vida personal y profesional.

La Universidad Nacional de Rosario reaccionó prontamente frente a la denuncia pública del periodista. El rector de la institución, Franco Bartolacci, ordenó la apertura de un sumario administrativo y apartó a Vila de su puesto de docente, donde impartía clases de Microbiología y también estaba a cargo de la materia de Educación Sexual Integral en otro establecimiento educativo. Esta decisión se tomó para garantizar la integridad de los estudiantes y la credibilidad de la institución educativa.

Helvio Vila era un reconocido académico en el ámbito educativo, con una trayectoria que incluía la dirección del Área de Formación Docente en la Facultad de Ciencias Médicas desde 1996. Además, había ocupado puestos directivos en el Centre Catalá y la Escuela Integral de Fisherton. Precisamente en esta última institución surgieron acusaciones adicionales por parte de exalumnas, quienes alegaron haber sido víctimas de abusos por parte de Vila.

La Escuela Integral de Fisherton se expresó consternada ante las acusaciones y señaló que Vila había renunciado en 2019, antes de que se presentaran denuncias formales en su contra. A pesar de esto, las revelaciones han causado un gran impacto en la comunidad educativa y han llevado a un reexamen de las políticas de protección y seguridad en los entornos académicos.

El caso judicial iniciado por Juan Pedro Aleart contra su tío fue declarado prescripto por dos jueces, basándose en que los presuntos abusos ocurrieron antes de la modificación de las leyes relevantes en 2015. No obstante, actualmente el caso se encuentra en manos de la Corte Suprema de Justicia, que deberá decidir si procede a una revisión de los hechos para potencialmente abrir una nueva vía legal que permita al periodista buscar justicia.

Este caso ha resonado profundamente en la sociedad argentina, subrayando la necesidad de sistemas de protección másefectivos en las instituciones educativas y un marco legal que no permita que delitos de esta naturaleza queden impunes. La comunidad espera ahora una resolución judicial que pueda ofrecer cerrar a las víctimas y asegurar que se tomen las medidas necesarias para prevenir que sucesos similares se repitan en el futuro.

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