Según lo informado por el Ministerio de Defensa lituano, el avión será enviado desmontado, siendo una de las pocas aeronaves en el inventario de la Fuerza Aérea de Lituania. Estas aeronaves han sido utilizadas para entrenar a oficiales de control de combate y para garantizar el entrenamiento de pilotos en condiciones meteorológicas difíciles, tanto de día como de noche.
Además, esta transferencia forma parte de los diversos paquetes de asistencia militar que Lituania ha proporcionado a Ucrania. Entre los ítems enviados se destacan municiones de artillería de 155mm, vehículos de combate blindados como el puesto comando M577, sistemas contra drones y cañones antitanques Carf-Gustaf, sumando casi mil millones de euros en ayuda militar.
En cuanto al destino del L-39ZA lituano enviado a Ucrania, no está claro cuál será su función específica. Dada la falta de presencia destacada de los Albatros de la Fuerza Aérea Ucraniana en el Teatro de Operaciones desde el inicio del conflicto, es probable que se utilicen principalmente para el entrenamiento y la formación de nuevos pilotos ucranianos. También podrían ser utilizados como banco de repuestos para la flota de L-39 que aún opera la fuerza.
Esta transferencia de aeronaves y otros equipos militares subraya el apoyo continuo de Lituania a Ucrania en su lucha contra la agresión rusa. Es un reflejo del compromiso deLituania con la seguridad y estabilidad en la región, así como de su solidaridad con Ucrania en estos tiempos difíciles.