En una entrevista radial, Melconian expresó que, aunque la intención detrás de la devaluación pudo haber sido estimular la economía, el resultado ha sido el aumento de precios sin un beneficio claro. Esto sugiere que la medida fue precipitada y no consideró adecuadamente las consecuencias económicas a largo plazo.
Además, Melconian señaló que el superávit financiero anunciado por Milei podría no ser tan positivo como se presenta. Analizó que parte significativa de la reducción del gasto público, que contribuyó a este superávit, involucró recortes severos que podrían tener efectos perjudiciales para la economía.
Según el economista, los atrasos cambiarios y otros desbalances no desaparecen simplemente y suelen requerir ajustes dolorosos a futuro. Esto podría señalar problemas económicos más graves en el horizonte si no se manejan con cuidado.
Melconian enfatizó la necesidad de una política económica más considerada y menos reactiva. Aconsejó que el gobierno debería enfocarse en estrategias sostenibles a largo plazo en lugar de soluciones rápidas que podrían empeorar la situación.