Andrea Pérez Simondini, la responsable del museo, informó a los oficiales que el pie de la momia fue obtenido por su familia durante una mudanza en Perú hace más de 35 años. Explicó que había intentado regularizar la situación del objeto mediante comunicaciones con el departamento de Cultura de la Embajada peruana.
El pie de momia en cuestión fue descubierto inicialmente durante excavaciones arqueológicas en la zona de Paracas, Perú. Tras ser desmembrado accidentalmente de un esqueleto completo, el pie fue preservado y finalmente llevado a Argentina, donde ha sido exhibido permanentemente en el museo.
Las autoridades peruanas han expresado su interés en recuperar este artefacto histórico, lo que llevó a la realización del allanamiento. Posteriormente, Simondini manifestó su disposición a devolver la pieza a Perú para que sea exhibida adecuadamente en el Museo del Oro del país, aunque criticó la forma en que se llevó a cabo el procedimiento policial.
Este incidente destaca los desafíos relacionados con la protección del patrimonio cultural y la necesidad de cooperación internacional para asegurar que los artefactos arqueológicos sean manejados de manera legal y ética.