La marcha representa un posible punto de inflexión en la percepción pública del gobierno, especialmente considerando que Milei había obtenido un 56% de votos en el balotaje. Las cifras sugieren que incluso entre sus votantes hay una considerable disconformidad con su manejo de la educación.
El estudio también destaca la importancia que la sociedad argentina le asigna a la educación pública, con un 87.5% destacando su relevancia. Esto subraya la profundidad del descontento con las políticas actuales, que son vistas como un ataque a un pilar fundamental de la identidad nacional.