UPCN, otro gremio clave, también ha confirmado su participación. La inclusión de este sindicato es vital dado que representa a numerosos empleados del sector público, cuya ausencia en las labores diarias puede tener un efecto considerable en la administración pública y en la provisión de servicios esenciales.
Los trabajadores de la salud y la educación, aunque críticos con las políticas gubernamentales, han decidido mantener servicios mínimos. Esto implica que, a pesar de su adhesión al paro, garantizarán guardias y la atención de emergencias, así como el mantenimiento de servicios esenciales en hospitales y escuelas.
En el sector privado, Faecys y el sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio también se suman al paro. Esto podría afectar la distribución en sectores clave como el retail y el abastecimiento de combustibles, puntos críticos para la logística diaria del país.
El impacto del paro se anticipa significativo, dado el amplio espectro de sectores que han confirmado su adhesión. Esta movilización no solo busca presionar al gobierno en relación con las políticas económicas actuales, sino también destacar la unidad y la fuerza de la respuesta laboral frente a medidas consideradas adversas por los trabajadores.