Los ahorristas enfrentarán cambios en las tasas de plazos fijos, variando según la entidad bancaria. Anteriormente, algunas entidades ofrecían hasta el 110% anual, pero este porcentaje ha disminuido con cada actualización del BCRA. Este ajuste tiene como objetivo alinear las tasas de interés con la realidad económica del país y su necesidad de controlar la inflación.
Además, se destaca la opción de plazos fijos UVA, que protege a los inversionistas contra la inflación mediante el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), basado en los aumentos del Índice de Precios al Consumidor. Esta modalidad permite retirar los depósitos cada 30 días, en contraste con el plazo fijo UVA que requiere al menos tres meses.
La medida del BCRA también tendrá un impacto en los fondos de inversión, donde se ha observado que algunas billeteras electrónicas ofrecen mejores tasas que los bancos, proporcionando mayores ganancias para los inversores. La estrategia apunta a incentivar el ahorro y la inversión dentro del sistema financiero formal.
En resumen, esta bajada de tasas refleja un esfuerzo continuo del BCRA para adaptarse a las condiciones económicas fluctuantes y mantener la estabilidad financiera, mientras ofrece a los ahorristas diversas opciones para proteger y rentabilizar sus inversiones.
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Banco Central, tasa de interés, inflación, plazos fijos, política monetaria