Las autoridades locales y las distribuidoras eléctricas trabajaron para normalizar el servicio, logrando restablecerlo paulatinamente en las áreas afectadas. La situación coincidió con una ola de calor que elevó las temperaturas a más de treinta grados de sensación térmica, exacerbando los problemas de suministro.
En Tucumán, se tomaron medidas como la suspensión de clases debido a la falta de agua en los centros escolares que dependen de bombas eléctricas. La ministra de Educación, Susana Montaldo, confirmó que estas medidas son necesarias para proteger a los estudiantes y docentes durante la emergencia.
La empresa de electricidad de Jujuy también confirmó la normalización completa del servicio en su jurisdicción, atribuyendo los cortes a problemas en el sistema de transporte eléctrico. Córdoba, aunque en menor medida, también experimentó cortes de energía, resaltando la extensión del problema a otras regiones del país.
Las autoridades investigan las causas exactas del colapso, pero la combinación de altas temperaturas y una infraestructura eléctrica sobrecargada parece ser un factor determinante en estos apagones generalizados en el nordeste argentino.
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