Las autoridades estadounidenses y el ejército israelí han desarrollado un plan de seguridad para proteger al personal y los suministros. Sin embargo, la situación en Gaza sigue siendo peligrosa, y los grupos de asistencia enfrentan dificultades para operar de manera segura. A pesar de los desafíos, se espera que esta iniciativa alivie significativamente la crisis alimentaria en la región.
La ruta marítima no reemplaza las entregas terrestres, que siguen siendo más sostenibles y económicas. Sin embargo, debido a las restricciones y combates, esta alternativa se convierte en una solución necesaria. La ayuda inicial comenzará con 90 camiones diarios, aumentando progresivamente, aunque las agencias de ayuda insisten en que se necesita un esfuerzo mayor para evitar la hambruna.
El primer envío ya ha sido transferido a un buque militar estadounidense y se espera que llegue a Gaza en los próximos días. La instalación del muelle enfrentó retrasos por condiciones meteorológicas, pero ahora está operativa, y se coordinará la distribución a través de la ONU y el Programa Mundial de Alimentos.
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