Estados Unidos ha justificado estas medidas bajo la Sección trescientos uno de la Ley de Comercio de mil novecientos setenta y cuatro, argumentando prácticas comerciales desleales por parte de China. Las represalias chinas no se hicieron esperar, aumentando las tensiones comerciales entre ambas naciones.
Tesla, que ya incluye modelos fabricados en China en su oferta para el mercado canadiense, podría verse afectada por estos cambios. La posible implementación de estos aranceles en Canadá es vista como una forma de alinearse con las políticas comerciales de su vecino del sur.
Estos ajustes arancelarios reflejan la creciente competencia en el mercado global de vehículos eléctricos, donde China ha emergido como un líder destacado. Canadá, al evaluar estas medidas, busca proteger su industria local y responder a las dinámicas del comercio internacional.
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