El índice Dow Jones superó los 40,000 puntos, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq también alcanzaron máximos históricos. La postura de la FED de no aumentar las tasas, sino de mantenerlas hasta que los efectos de la política monetaria se asienten, ha sido crucial para este desempeño.
Además, Powell ha señalado que una subida de tasas es “altamente improbable” en el corto plazo, a menos que haya desvíos económicos significativos. Esta previsibilidad ha permitido que los fondos de inversión reciban grandes flujos de capital.
El mensaje de la FED es claro: no habrá cambios abruptos en la política monetaria, lo que brinda un entorno estable para las acciones y bonos. Los inversores siguen confiando en la capacidad de la FED para manejar la inflación y mantener el crecimiento económico.
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