La tarjeta rosa se diferencia de las tradicionales tarjetas amarilla y roja al enfocarse específicamente en la conducta de los jugadores hacia los rivales, los árbitros y el público. Esta medida ha sido bien recibida por algunos sectores que ven en ella una oportunidad para mejorar el ambiente dentro y fuera del campo, promoviendo valores como el respeto y la deportividad
Además, se espera que la introducción de la tarjeta rosa tenga un impacto positivo en la imagen del fútbol sudamericano, conocido por su pasión, pero a veces también por sus controversias y conflictos. La CONMEBOL espera que esta medida contribuya a un juego más limpio y justo, disminuyendo los incidentes de indisciplina que pueden afectar el desarrollo normal de los partidos
El presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, señaló que esta iniciativa es parte de un esfuerzo más amplio