La tormenta, que golpeó la zona de Bassin Bleu, provocó inundaciones y corrimientos de tierra, según las autoridades meteorológicas haitianas. Naciones Unidas y la Cruz Roja están proporcionando ayuda y evaluando los daños en la región afectada.
Haití ya enfrenta un grave problema de desplazamiento, con más de 360,000 personas afectadas, principalmente en la capital, Puerto Príncipe. Estos desplazamientos son en gran parte debido a la violencia de las pandillas que controlan gran parte de la ciudad, forzando a muchos a vivir en campamentos improvisados.
La ONU ha advertido sobre el riesgo creciente de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, especialmente con el inicio de la temporada de lluvias. Se esperaba la llegada de agentes de policía kenianos para ayudar a restablecer la seguridad, pero el despliegue ha sido retrasado.
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