La economía argentina depende significativamente de las exportaciones agrícolas, y el retraso en la liquidación de divisas genera incertidumbre. A pesar de un mayor nivel de producción comparado con los últimos dos años, la cantidad de soja vendida hasta ahora es la más baja de los últimos seis años. Además, gran parte de la producción se vende con precio a fijar, lo que refleja una estrategia de espera por mejores precios y condiciones cambiarias más favorables.
El Ministerio de Economía y el Banco Central han decidido no flexibilizar más el llamado dólar blend, manteniendo el porcentaje de ventas al exterior que van al segmento contado con liquidación. Este segmento ha desviado alrededor de 5.000 millones de dólares que podrían haber aumentado las reservas del Banco Central. La situación económica y las políticas cambiarias actuales están afectando las decisiones de venta de los productores.
Hasta abril de 2024, la liquidación de divisas por exportación de granos alcanzó 6.433 millones de dólares, lo cual es superior al mismo período de 2023 pero aún inferior al nivel de 2022. La expectativa es que con una mayor comercialización y mejores precios, la liquidación de divisas aumente significativamente en los próximos tres meses, apoyando la estabilidad económica del país.
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