Rojo, quien llegó con altas expectativas, ha enfrentado múltiples desafíos durante su tiempo en Bóca. Las lesiones frecuentes le han impedido mantener una continuidad en el juego, afectando su rendimiento y su contribución al equipo. Estas ausencias se han hecho notorias en momentos clave de la temporada.
Además, las expulsiones por conductas inapropiadas dentro del campo de juego han sido recurrentes. Estas acciones no solo perjudicaron al equipo en partidos importantes, sino que también generaron críticas de la afición y la prensa. La falta de disciplina ha sido un problema constante que el cuerpo técnico no ha podido resolver.
El club está evaluando las opciones para el futuro de Rojo, considerando que su ciclo en Bóca podría estar concluido. La prioridad es mantener un equipo competitivo y disciplinado, por lo que se buscarán alternativas para reforzar la plantilla y evitar problemas similares en el futuro.
La situación de Rojo es un recordatorio de la importancia de la disciplina y la profesionalidad en el deporte. Bóca Yúniors seguirá adelante, aprendiendo de estas experiencias y buscando siempre mejorar. Los hinchas esperan que el equipo pueda superar estos desafíos y continuar su camino hacia el éxito.
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