La reducción en la inflación se debe en parte a la prórroga en el aumento del impuesto a los combustibles, una medida que ayudó a moderar los costos del gasoil, un componente crucial para el sector. Sin embargo, la actividad de transporte sigue enfrentando una fuerte contracción debido a la recesión económica.
A pesar de la desaceleración, los costos del transporte han acumulado un aumento del cincuenta y uno punto sesenta y cuatro por ciento en lo que va del año, reflejando un entorno económico desafiante. La carga impositiva y los altos costos de operación continúan afectando a las empresas del sector.
Además, la actividad de transporte de cargas se enfrenta a desafíos adicionales, como la caída de la demanda y la competencia desleal. Estos factores han contribuido a una disminución en el volumen de carga transportada, exacerbando la situación para las empresas.
En este contexto, los analistas y representantes del sector hacen un llamado a políticas que promuevan la recuperación económica y ofrezcan alivio a las empresas de transporte, permitiéndoles sostener sus operaciones y mantener los niveles de empleo.
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