Máximo Kirchner respondió firmemente a las declaraciones de Adorni, quien comparó a Néstor Kirchner con Javier Milei. En su respuesta, Máximo destacó que aquellos que critican a su padre difícilmente podrán alcanzar siquiera el uno por ciento de su éxito. La comparación, que generó controversia en los círculos políticos, fue vista por muchos como un intento de deslegitimar el legado del ex presidente.
En su defensa, Máximo Kirchner enfatizó los logros de Néstor Kirchner durante su mandato, incluyendo la recuperación económica y la reestructuración de la deuda, que sentaron las bases para el crecimiento del país. Según Máximo, estas acciones contrastan fuertemente con las propuestas y el estilo de liderazgo de Milei, a quien considera un populista sin un plan claro para el futuro del país.
La respuesta de Máximo también incluyó críticas a la retórica divisiva de Milei y sus seguidores, argumentando que tales comparaciones solo buscan polarizar aún más a la sociedad argentina. Resaltó que la política debe centrarse en soluciones concretas y no en ataques personales o comparaciones simplistas.
El intercambio entre Adorni y Máximo Kirchner refleja las tensiones actuales en la política argentina, donde las figuras históricas y sus legados siguen siendo puntos de referencia y debate. La defensa de Máximo no solo busca proteger la memoria de su padre, sino también reafirmar los principios que, según él, deben guiar al país hacia un futuro más próspero y justo.
Finalmente, este episodio subraya la importancia de la memoria histórica en la política argentina y cómo las figuras del pasado continúan influyendo en las discusiones contemporáneas. La respuesta de Máximo es un llamado a valorar los logros pasados y a construir sobre ellos en lugar de dividir al país con comparaciones infundadas.