La situación de los jubilados se ha deteriorado desde dos mil diecisiete, con una caída acumulada que se profundizó en los primeros meses del año. Esto ocurrió antes de que comenzaran los reajustes por la fórmula de movilidad, reemplazada por ajustes mensuales basados en la inflación desde abril.
En dos mil veintitrés, los jubilados con haber mínimo más bono tuvieron una caída del poder adquisitivo del catorce punto dos por ciento. Aquellos sin refuerzos adicionales vieron una disminución del treinta y dos punto tres por ciento, mientras que los que dejaron de recibir bonos en septiembre pasado experimentaron una reducción del treinta y siete punto cuatro por ciento.
En julio, se espera un aumento del cuatro punto dos por ciento en las jubilaciones, ubicando el ingreso más bajo en doscientos ochenta y cinco mil seiscientos pesos, incluyendo el bono de setenta mil pesos.
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