Los sectores más afectados fueron textil y calzado, que experimentaron caídas significativas en su producción. Este descenso se debe a una combinación de factores, incluyendo la disminución de la demanda y problemas en la cadena de suministro.
A pesar de estas dificultades, algunos sectores lograron mantener su producción estable. Sin embargo, el panorama general sigue siendo preocupante para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas.
El gobierno y las asociaciones de pymes están trabajando en medidas para apoyar al sector. Estas iniciativas buscan mejorar el acceso al financiamiento y reducir los costos operativos.
Es crucial seguir monitoreando la evolución de la industria pyme para evaluar la efectividad de las medidas implementadas y ajustarlas según sea necesario.